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En este amanecer...

"En este amanecer,  que me saca de mi oscuridad, que me devuelve la esperanza y me saca de este sueño. Poquito a poco  me va abriendo  la puerta la realidad" Letra de Navajita Plateá La hemos cantado y la hemos recitado. La hemos hecho un poco nuestra, esa letra, la hemos sentido, dejándola que nos llenara y dejándonos llevar por ella, por lo que nos iba inspirando. Y fue un proceso, lo que nos llegó. Un proceso que se inició en la lentitud, y nos permitió saborear las palabras, el ritmo, con sus pausas, sonidos y silencios, regodeándonos hasta en cada uno de los recovecos de este recorrido. Así fue. De amaneceres que sacan de la oscuridad, queremos hablar. De amaneceres que podemos experimentar en algún momento de nuestras vidas. Amaneceres que sacan de sueños, y abren puertas a realidades. El camino de ver bien, de percibir bien, en definitiva. Jesús García Blanca, en su último libro, "Wilhelm Reich, inspirador de Rebeldía", nos pre
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su tiempo...

Rescatamos estas palabras del Eclesiastes: "Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. 2  Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; 3  tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; 4  tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; 5  tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; 6  tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; 7  tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; 8  tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz..." Un tiempo para parar,  y otro para seguir y un tiempo para el todo,  y otro para la nada Y vivir el todo ¡Y vivir la nada! ¡Y estarse ahí! Todo, sí, tiene su tiempo. Y un tiempo hay para cada cosa, para cada esta

estate ahí. (de estructuras y ritmos)

Os acercasteis de forma impulsiva, torbellinos, eso parecíais. Os dejamos ahí, y experimentasteis en un ir y venir de movimientos, en un ir y venir de manos y brazos en aspavientos. Ahí estabais, en la búsqueda. Muchos os lanzasteis ávidos de producciones y sonidos, ávidos de encontrar formas y maneras. Ahí os dejamos un rato. Un dos...¡tres!. Rapidez, atropellos, armonía, más atropellos, casi caos, armonía de nuevo, sonidos estridentes. Expectación. Miradas cómplices, timideces que casi no se perciben, escondidas entre el barullo. Huele a novedad, hay risas y calidez.  El sonido, súbito, del cajón, en manos expertas. Eso bastó. Toda la atención ahí. Sonidos contundentes, potentes, que retumbaban en la sala. Sonidos claros, concretos, directos.  Con el cajón, una frase sencilla, una entrada fácil, amable, pero no por ello menos fuerte. Y una invitación. ¡Vamos todos!. Las sillas valen, el suelo vale, nuestro cuerpo vale. Vamos todos a reproducir lo mismo. Todos ahí, ¿ok?.

Tiempo, espacio. Siente.

Hemos dado el tiempo, ese tiempo que parece que se nos está escapando continuamente, de forma hasta descarada, de forma desleal y burlona. Ese, ese tiempo, hemos querido darlo. Darlo a la contra de todo, en sentido contrario de lo que estamos acostumbrados. Aquí, hoy, hay tiempo. Vamos a permitirnos parar, vamos a hacerle una jugarreta al inconsciente, a nuestro "yo", a nuestro "carácter". Sí, vamos a hacerle la jugada de que no tenemos prisa, de que da igual que se dispare la trampa, da igual que se nos despierten fantasmas. Vamos a estar ahí. Hay tiempo, tenemos horas por delante, y no vamos a correr. Tiempo para hacer y deshacer, y para no hacer nada. Hemos dado tiempo, y que bajen las defensas, tiempo, y que baje la guardia... porque la guardia baja con tiempo, y las defensas con ella. Baja.. y rebaja tensión. Vamos a estar ahí. Pase lo que pase. No hay prisa. Vamos al revés. "Vísteme despacio, que voy de prisa". Bien, ahí. Ralentiza, desacelera, p

Flamencura. Profundidades

Se cruzaron nuestras trayectorias, las de una psicóloga psicocorporal y un músico percusionista flamenco.  Ambos habíamos realizado desarrollos profesionales que nos hicieron darnos cuenta de que tenían en común sacar a flote emociones, habíamos experimentado lo tremendamente gratificante de mover sentimientos. Los dos, uno en los tablaos, en escenarios, en sus clases particulares; la otra en las sesiones de terapia y en sus talleres. Los dos compartíamos la formación en terapia reichiana, llevamos a nuestras espaldas procesos terapéuticos de años, en vegetoterapia caracteroanalítica. Procesos duros que te permiten paulatinamente conectar con la esencia de lo que somos, que te ayudan a ir desmontando la coraza que tuvimos que construirnos a lo largo de nuestra vida para sobrevivir. Nació una ilusión, quisimos irle dando forma y realidad. Para empezar, para situarnos y situaros, queremos transmitiros que comulgamos en la vida, trascendiendo lo profesional, con el paradigma de e

La piel

la piel,  que envuelve, que arropa, limita. P iel con piel, piel,  piel que busca otra piel, y  se revuelve ...se agita. Piel que llora,  piel que ama, que odia ... que aclama!!!! P iel que escupe, golpea ... se irrita.  Q ue roza, que agarra,  que grita!!!  Bendita piel,  piel bendita. EQUIPO FLAMENCURA (Video "milonga de la piel", de la compañia Luisa)

Mírame (ojos que hablan)

"La percusión invita al movimiento. Caminan, sin rumbo fijo, jugueteando con ritmos, con pausas o prisas, caminan. Trazan direcciones que nacen de rutinas, alzan sus pasos o arrastran los pies, dejan caer los hombros... algunos. Caminan, y se entretienen con algún detalle, de su ropa mismo, de la pared, del suelo... Caminan. Lanzan suspiros, se estiran, entrelazan los dedos de las manos, experimentan con nuevos movimientos. Se van soltando, los vemos. Poco a poco, tras leves indicaciones, el desplazamiento se hace más pausado, más armonioso. El ritmo del cajón, acompañando. Se han parado. Suena el cante. Habla de miradas. Ahí los queremos llevar, ahí queremos el foco. Y cobran más vida, tienen más presencia esos ojos. Así exploran, y se hablan. Vemos cejas alzadas, arqueadas, ceños fruncidos, párpados que pesan, que se cierran, ojos que se apartan, que buscan, que desconfían... Las caras se desfiguran, los músculos se tensionan y distensionan. Músculos que en algu